Todos los refrigerantes que recolectamos se destruyen en incineradoras altamente reguladas con equipo de monitorio continuo, asegurando que las operaciones alcancen las estrictas regulaciones ambientales internacionales, federales y locales. De estas regulaciones, la más importante es la que nos obliga a destruir, como mínimo, un 99,99% del refrigerante. Una vez destruido, nuestro trabajo es verificado por terceros mediante una auditoria rigurosa que confirma que seguimos estas reglas. El resultado es un planeta más limpio y sano.

Un crédito de carbono es, en esencia, un certificado que confirma que las emisiones de gases de efecto invernadero fueron o recolectadas y destruidas, o extraídas de la atmósfera. Los créditos de carbono típicamente son generados por organizaciones independientes como Tradewater. Los proyectos de generación créditos de carbono son verificados por terceros y resulta en créditos de carbono generados por una empresa sin fines de lucro que registra los créditos. Un crédito de carbono representa el equivalente a una tonelada métrica de dióxido de carbono que no alcanzó la atmósfera o que se extrajo de la misma.